¿Dónde terminaba la infancia? Me había olvidado.
Uno, muchas veces necesita de ese juego , ese momento único,
maravilloso,
irrepetible.
Uno en ningún momento de su vida debe dejar de jugar.
De hecho, hasta con los sentimientos ajenos se juega.
Siempre.
Juegan, ríen, lloran.
Las personas somos así. Nos vienen las ganas
y bueno,
qué se le va a hacer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario